Para sobrevivir en la Frontera
Gloria Anzaldúa
debes vivir sin fronteras
ser un cruce de caminos
Como migrantes nos cuestionamos y problematizamos diversos aspectos del migrar, desde lo que vivimos en las calles, las interminables burocracias para obtener nuestros papeles, pasando por tener que escuchar y leer discursos ¨antimigración¨ en la prensa, hasta -en otros extremos- encarnar el potencial de conectar luchas desde los más remotos lugares del mundo. Sentimos y atestiguamos el potencial contrahegemónico de la migración.
Queremos compartir algunas breves reflexiones sobre cómo problematizamos la ¨crisis¨ migratoria, los mensajes confusos que entrega Alemania en términos de su apertura y a la vez necesidad de la migración, qué tipo de migración sería ésta y cómo las políticas migratorias se tornan prácticas racistas. Luego, de qué forma en este escenario el migrar se convierte en un acto político, y qué potencial vemos en ello. Presentamos estas ideas en una modalidad de entrevista, en conversación con Alex, compañera que activa también en el Bloque Latinoamericano.
Se habla en general de la ¨crisis¨ Migratoria, suponiendo y estigmatizando de por sí el ejercicio de migrar. Sabemos que una crisis en sí misma no es necesariamente algo negativo, puede ser una ruptura que posibilite nuevas oportunidades, pero entendemos también que cuando se habla de ¨la crisis migratoria¨ se le está enmarcando como una problemática en sí misma, posicionando a migrantes en un rincón indeseado y complicado de la sociedad. Frente a esto, el problema no vendría siendo la migración, sino la apertura y capacidad que tienen los estados frente a esto. ¿Cómo ves el manejo de este discurso, el de la supuesta ¨crisis migratoria¨ en Alemania?
Primero, es importante contextualizar el momento actual, el proceso de globalización neoliberal está reconfigurando un nuevo régimen de fronteras que permite la libre circulación de capitales y a la vez regula el flujo de fuerza de trabajo para los intereses políticos, económicos y sociales que exigen países del norte global en estos momentos.
Hay que tener claro, que la llamada crisis migratoria fue y es producida mediáticamente, sobre todo en torno a lo acontecido en el Mediterráneo en años pasados. Aunque vemos un agravamiento los efectos de las políticas de la muerte provocadas por las fronteras sobre todo en cuerpos y personas racializadas, quienes por motivos del despojo quieren llegar a tierras del norte; en el 2015 esos hechos recibieron la atención de los medios occidentales, lo cual fue manipulado para crear una situación de emergencia que requeriría de la intervención de la UE para frenar una supuesta ola masiva de refugiades por tierra y por mar. El discurso liberal humanitarista que nace en este marco de “crisis” permitió que se implementen de manera justificada nuevas políticas aún más conservadoras de control de fronteras y que se dé paso a la privatización de su administración, es decir la vieja administración por parte de los estados nación se ve suplantada por empresas contratadas por la UE por sumas millonarias, el más claro ejemplo de ello es la agencia Frontex.
Hay que tener claro que las regulaciones de la migración surgen sobre todo como reacción a la fuerza incontenible que tiene ésta, misma que para el sistema actual es altamente amenazante por su potencialidad. La forma en que se regula ese flujo es mediante regímenes de fronteras que son siempre procesos que responden a determinados contextos, es decir, no son homogéneos ni estáticos, aunque siempre llevan el sello del racismo, sexismo, clasismo, etarismo y habilismo por nombrar algunos. Entonces respondiendo a tu pregunta, no es un problema de capacidad o apertura sino de control sobre la movilidad de cuerpos, lo cual es un acto político de dominación. ¨
En términos de cifras, Alemania vendría siendo un país de migración, entran más personas de las que salen. El sistema necesita de migrantes para sostener la vida a la que están acostumbrades. Entonces, en lugar de regularizar la situación migratoria de miles de personas que ya están viviendo y trabajando en el país, se observa cómo se realizan nuevos convenios de visas para que lleguen ciertes migrantes, que se correspondan a un perfil bien específico de criterios económicos y académicos. ¿Qué te parecen estas señales del gobierno alemán, que se presentan por un lado con una supuesta apertura migratoria, pero por otro, con fuertes trabas a migrantes y a residentes en el país que necesitan resolver su situación migratoria?
Al tener que responder a un mercado laboral “formal” específico que demanda por un lado de mano de obra calificada y clasificada; el mercado laboral “informal” necesita justamente de mano de obra ilegalizada de la que pueda usufructuar de forma intensiva sin tener que garantizar ningún tipo de derecho. Al estado, como aparato de dominación de clase por decirlo de alguna manera, no le conviene la regularización de personas indocumentadas, al contrario, la implementación de la visa Shengen por ejemplo muestra cómo la visa de turismo para ciertos países del sur global, fortalecieron los mecanismos de ilegalización de personas para la explotación laboral, pues muches logran cruzar “legalmente” la frontera y luego son ilegalizades.
Escuchamos que migrantes deben integrarse en la sociedad alemana, se cuestiona y se habla sobre cómo personas de ciertos lugares del mundo se integran ¨mejor¨ y cómo a otras personas les cuesta más trabajo. Pero ¿cuál es la visión que tenemos de esto si consideramos que hay un ¨elles¨ que deben comportarse como ¨nosotres¨? No se trata de que un invitade siga las reglas de la casa, estamos hablando de encuentros de personas y mundos. Ante este encuentro aparecen miradas y discursos fuertemente racistas y xenófobos, escuchamos que hay migrantes de ¨primera¨ y ¨segunda¨ categoría. ¿Qué opinión tienes respecto a este asunto de que migrantes deben integrarse a la sociedad alemana y cómo aparece el racismo en esa lógica?
Respecto al tema integración, este resulta aún polémico y complicado, soy de la idea de que la integración parte del presupuesto de la nación y su cultura en singular, lo cual es como tal una narrativa ficticia. Debes integrar al extraño a la cultura alemana, pero ¿qué es la cultura alemana, se refiere al idioma o a qué? El punto central es que la diversidad en esta lógica de asimilación e integración es vista como una amenaza, por ende, como algo que administrar y/o combatir.
Para abordar el tema de racismo y xenofobia, los cuales son temas enormes y muy importantes de tematizar, lo que puedo señalar en relación a la migración, es que desde una perspectiva decolonial podemos afirmar que Europa consolida una y mil veces dispositivos coloniales para fijar la otredad y así forjar la supremacía blanca; le migrante en este sentido, es lo otro, lo extraño, lo ajeno. En sus figuras en tanto refugiades, ilegalizades se construyen y se adscriben determinadas narrativas que crean una identidad muchas veces amenazante, vemos cómo a partir de ésta se construyen subjetividades del terrorista o del violador racializado, así como de la víctima cuando hablamos de cuerpos feminizados o de refugiades. El racismo y la xenofobia se basan, en este sentido, en un régimen de fronteras que no sólo es territorial sino también simbólico pues nos marca o nos etiqueta de tal o cual manera, lo que en principio es necesario para luego legitimar en orden violento de discriminación, opresión al que día a día nos enfrentamos como migrantes, de diferentes formas por supuesto, pues nos afecta de diferentes maneras según nuestras materialidades e identidades. Estas violencias están sin duda muy presentes en este contexto reaccionario de claros rasgos fascistas, pero así mismo las formas de resistencia por parte de cuerpo colectivo migrante se fortalecen y se reinventan permanentemente y eso nos da esperanza.
Justamente, en todo este escenario es que una vez más la organización colectiva y los entrelazados de luchas y resistencias, nos inundan de solidaridad, creación y aprendizajes. Tenemos en común la necesidad de visibilizar y problematizar injusticias que ocurren aquí y en otros territorios, para poder también aportar en las demandas de los cambios estructurales que nos urgen. ¿Qué rol consideras que tienen las resistencias y organización de cuerpos migrantes?
En términos generales la migración como fuerza social – incontenible- es de por sí un acto político, el movernos por el mundo con nuestros cuerpos es un acto político altamente potente que frente a la lógica del control se torna en una lucha constante. Ante los regímenes de fronteras instalados, les migrantes reinventamos nuevas formas de movilidad (y reconocimiento de nuestra existencia) en busca de supervivencia, lo que trae como consecuencia que desafiemos permanentemente elementos de esos regímenes, eso implica también luchas cotidianas. En el contexto global, las luchas de les migrantes son expresiones directa o indirectamente anti racistas pues están cuestionando a un orden impuesto por la supremacía blanca y a sus reglas del juego; vale decir que cuando esas luchas se intencionan también como anti-sexistas, anticapitalistas están con ello cuestionando el carácter colonial y las relaciones de poder que se han consolidado desde entonces. En estos momentos estamos como movimiento migrante tematizando el carácter anticolonial de nuestras luchas: las luchas por la legalización de personas, por la abolición de los campos de refugiades, contra la precarización de la vida, etc. Esto implica activar redes en cada rincón de Europa y nuestros territorios de origen para evidenciar ese orden neo colonial, derribar la fortaleza europea y re apropiarnos de nuestra movilidad cueste lo que nos cueste, por supuesto como migrantes estamos aún más expuestos a la violencia del estado pues se nos impide la participación política plena e “igualitaria”, sin embargo, como cualquier otro movimiento político, la necesidad y búsqueda de justicia supera cualquier intento de desmovilización.