La minka
Después de una semana convulsa y saturada de información, llegamos el viernes a una minka virtual para compartir nuestras lecturas sobre las elecciones del domingo 7 de febrero en Ecuador. Cada quien trajo sus análisis, dudas, miedos y esperanzas para ponerlas en común. Poner en común, para nosotrxs, no significa homogeneizar nuestros puntos de vista. Lo lindo de espacios colectivos como Ecuadorminka es que confluimos seres con diversas miradas e historias. Con nuestros pensares y sentires entrelazados, sin aplanar las diferencias, vamos interpretando el rompecabezas político. ¿Nuestro horizonte común? Simple, un país en el cual la oligarquía deje de atentar contra el pueblo y una sociedad que luche contra el neoliberalismo hasta que la dignidad se haga costumbre. Las demandas históricas de justicia social, que ruedan y se acumulan como una gran bola de nieve, nos inspiran a honrar de dónde venimos y a pincelar hacia dónde queremos caminar.
El viernes por la noche, también llegamos a la minga emocionadxs. Nuestrxs compañerxs de otros rincones de América Latina/Abya Yala han latido con nosotrxs en estos días queriendo entender qué está pasando y cómo será la segunda vuelta en Ecuador. De primera, algo nos queda muy claro: Perdieron las derechas tradicionales. Fracasó la sagrada alianza entre las rancias oligarquías banqueras-agroexportadoras y los intereses fondomonetaristas. La marea popular sintió en carne propia y entendió bien quiénes vulneran sus derechos, quiénes precarizan el trabajo e imponen inhumanamente despidos sin liquidación, quiénes entregaron a Julian Assange al imperio, quiénes privatizaron los bienes públicos, quiénes prefirieron pagar anticipadamente la deuda externa en vez de invertir en salud, quiénes organizaron la repartición de hospitales a usurerxs del dolor…La indolencia mayor: Toda esta embestida antipopular se dio ¡en medio de la pandemia! Con memoria y decisión gritamos NO a la precarización de la vida, en las calles y en las urnas.
Las derechas fondomonetaristas derrotadas
En el 2017, Lenín Moreno asume la presidencia desconociendo rápidamente el proyecto progresista por el que fue electo y se vuelca a (des)gobernar ilegítimamente de la mano de Jaime Nebot, jerarca del socialcristianismo, y de Guillermo Lasso, artífice del “feriado bancario” cuando fue ministro de economía del gobierno de Jamil Mahuad en 1999. Dicha crisis económica, política y social sin precedentes expulsó del país a cientos de miles de compatriotas. Hoy, a pesar del bombardeo mediático apoyando su candidatura, la memoria histórica del pueblo venció en las urnas a la alianza entre estos actores nefastos encabezada por el candidato de la banca (19,74%, cifra sujeta al reconteo actual). El pueblo también rechazó el vergonzoso desfile de representantes pírricos de la clase política en decadencia (13 candidatos que no llegaron ni al 2% individualmente).
No era para menos, la masiva movilización popular e indígena de octubre de 2019 contra la imposición de la agenda de austeridad del FMI vive y nos inculca la urgencia de combatir a las élites político-económicas que, armadas hasta los dientes, no tuvieron reparos en masacrar a los sectores populares. Mientras las fuerzas represoras asesinaban a ocho manifestantes, herían gravemente a más de 1500 personas y detenían irregularmente a 1228 movilizadxs en las calles, la ministra de gobierno María Paula Romo y el ministro de defensa Oswaldo Jarrín, tildaban de vándalos y terroristas a miembros de la CONAIE, correístas, estudiantes, feministas, transportistas y comunicadorxs de medios alternativos. Con la maquinaria mediática hegemónica a su favor, intentaron imponer el odio a un supuesto enemigo interno que, según ellxs, era comandado por el “correísmo” y el “castro-chavismo”, mientras en las calles, en realidad, se articulaba una lucha común por los derechos sociales y la vida digna. Los resultados del sufragio del domingo 7 de febrero demuestran que el co-gobierno de las derechas no logró martillar el libreto “anticomunista”, cuyas infames consecuencias conocemos bien a raíz de la sangrienta historia de nuestro continente.
Las izquierdas y la lucha por la vida digna
El candidato progresista de la Unión por la Esperanza, Andrés Arauz, quedó en primer lugar con el 32,70% de votos. Por su parte, Yaku Pérez Guartambel, candidato de Pachakutik, alcanzó una votación histórica para el brazo electoral del movimiento indígena con el 19,38% (cifra sujeta al reconteo). Para la Asamblea Nacional compuesta por 137 curules, fueron elegidxs 49 candidatxs de la Unión por la Esperanza, 27 de Pachakutik y 18 de la Izquierda Democrática, frente a las fuerzas de derecha con 18 asambleístas del Partido Social Cristiano y 12 de CREO. Desde las organizaciones sociales exigiremos que este apoyo mayoritario a las fuerzas desde el centro hacia la izquierda se traduzca en alianzas antineoliberales que trabajen en pos de la vida digna y no en pactos antipopulares a favor del capital.
Al llegar a este punto de la minga para descifrar las elecciones, entramos en las arenas políticas movedizas que caracterizan la disputa por el estado. Entender lo que está en juego demanda de nosotrxs suma honestidad intelectual. Por un lado, Arauz deberá profundizar su agenda progresista de ampliación de derechos sociales, alejándose firmemente del conservadurismo machista y la arremetida extractivista de Rafael Correa, y planteando diálogos respetuosos con los sectores que luchan por la defensa de los territorios. Por el otro lado, Yaku Pérez deberá retractarse de propuestas como la eliminación del impuesto a la salida de divisas —que pondría en riesgo la estabilidad monetaria y el flujo de circulante al interior del país, facilitando la fuga de capitales— y acatar el mandato antineoliberal de las bases para respetar el proyecto colectivo histórico del movimiento indígena. En ambos casos, será vital que los sectores más a la izquierda impulsen la radicalización de los proyectos de cambio y no se dejen amilanar. Desde Ecuadorminka, hacemos eco de las palabras de Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi y líder del paro de octubre de 2019: “¡Combatiremos a la derecha venga de donde venga!”
Únicamente el respeto a la voluntad antineoliberal, de la que octubre 2019 fue el más reciente y combativo episodio, puede asegurarles legitimidad a las organizaciones políticas que, sin duda, necesitarán apoyo popular para enfrentar el potencial bloqueo político y económico por parte de las élites oligárquicas y los países del llamado “primer mundo”. No olvidemos que la dolarización hace al Ecuador dependiente de Estados Unidos, sin capacidad para definir soberanamente su política monetaria. Ante este escenario, la radicalización de un proyecto de cambio nos exige mantenernos movilizadxs y tejer lazos fuertes de solidaridad internacional. ¿Está la sociedad preparada para transformaciones estructurales más profundas, existe acumulación de fuerzas revolucionarias? ¿Cómo organizarnos para caminar en esta dirección?
Un proceso electoral lleno de turbulencias
La primera vuelta tomó un giro inesperado cuando la diferencia de votos entre los candidatos que disputan el segundo lugar se tornó muy estrecha y Lasso superó a Pérez por 0,36% el viernes 12 de febrero. Ante esta situación, ambos pidieron el reconteo de votos. Es de vital importancia que se respete la voluntad del pueblo ecuatoriano depositada en las urnas. Para ello, el Consejo Nacional Electoral tiene el deber de revisar y corregir cualquier tipo de irregularidades que se hayan podido dar, siempre guiándose según el Código de la Democracia. Sin embargo, el extenso debate público entre Lasso y Pérez, promovido por el CNE en sus instalaciones el 12 de febrero, desconoce toda ley. La función del máximo organismo de sufragio del país no es facilitar un acuerdo entre dos candidatos particulares, cual “pacto entre caballeros”,[1] sino garantizar la voluntad de todo un pueblo expresada en un proceso electoral del que participaron dieciséis candidatos. Es por esto que debió convocarse al Consejo Consultivo de Organizaciones Políticas para decidir cómo proceder con la posible revisión de las actas y reconteo de votos.
La observación electoral, de igual manera, deberá estar salvaguardada para lxs veedores de todas las siglas políticas, lxs observadorxs ciudadanxs y todas las delegaciones internacionales. Las organizaciones sociales nos declaramos en máxima alerta ante el rol prominente que el CNE le atribuye a la Organización de Estados Americanos para la observación electoral en el “Acuerdo de diálogo entre candidatos Yaku Pérez y Guillermo Lasso” del 12 de febrero. No olvidamos la repudiable actuación antidemocrática y antisoberana que tuvo la OEA en provocar y luego avalar el golpe de estado en Bolivia en octubre de 2019. Asimismo, condenamos los intereses intervencionistas e intimidatorios que se esconden detrás de la llegada del fiscal general de Colombia en estos momentos de alta tensión con supuestas pruebas de apoyo económico del ELN a la campaña de Arauz. Hacemos un llamado a lxs compañerxs internacionalistas a estar pendientes de que se respete la voluntad popular en Ecuador sin ningún tipo de injerencia desestabilizadora.
Tejiendo sueños colectivos de colores y dignidad
Estamos conscientes de que los procesos electorales son solo una parcela en la colorida montaña de las luchas por la transformación social. Sin embargo, sabemos que las elecciones marcan la cancha donde expresaremos y profundizaremos nuestras luchas y procesos organizativos desde abajo. El camino es empinado y está lleno de desafíos. Por eso, apostamos por juntar las fuerzas sociales movilizadoras de las organizaciones populares: indígenas, afrodescendientes, estudiantiles, feministas, ecologistas, antirracistas, contrahegemónicas, entre otras. Es hora de ejercitar el diálogo tolerante y (auto)crítico para superar dicotomías inútiles que únicamente nos dividen. Solo así podremos impulsar la unidad y renovación de las izquierdas, con bases sociales fortalecidas que legitimen la construcción de un proyecto político antineoliberal, sin sectarismos ni egos. Desde Ecuadorminka, les invitamos a soñar y acompañarnos en una gran minka popular, plurinacional y antineoliberal para experimentar nuevas prácticas políticas y dibujar nuevos horizontes del Sumak Kawsay, tanto en Ecuador como más allá: un horizonte que se extienda por toda Abya Yala.
“Nosotrxs somos como los granos de quinua, si estamos solxs, el viento lleva lejos. Pero si estamos unidos en un costal, nada hace el viento. Bamboleará, pero no nos hará caer. Somos como la paja de páramo que se arranca y vuelve a crecer…y de paja de páramo sembraremos el mundo.”
Dolores Cacuango (1881-1971, lideresa indígena, dirigenta del Partido Comunista Ecuatoriano)
[1] Los acontecimientos de los siguientes días se han sucedido vertiginosamente. El encuentro entre Pérez y Lasso terminó convirtiéndose en desencuentro. Los candidatos al segundo lugar emitieron cartas unilaterales al CNE durante el fin de semana pidiendo modificaciones del “acuerdo” y han incurrido en descalificaciones mutuas en redes sociales.