Quiero gritar. Quiero gritar porque estoy cansadx viendo como mi vida se escurre entre trabajo, citas y tareas infinitas. Quiero gritar porque estoy cansadx peleando por cada pedacito de una vida digna.
Quiero gritar porque me vendan basura industrializada en los supermercados y me vendan basura enlatada en los medios. Me vendan su basura y me obligan a sentirme satisfechx, por comprarla. Siempre y cuando pueda comprarla. Estoy cansada de decir a mis vecinxs que la culpa de la suba de precios, no es de los pequeños comerciantes sino de las grandes cadenas de distribución.
Estoy cansadx por haber visto a mis hijxs aisladxs por dos años de pandemia; estoy cansadx de escuchar sobre mi responsabilidad individual y que la solidaridad es quedarse en casa viendo Netflix.
¿Que más tenemos que cargar lxs que vivimos de nuestro trabajo? Sus guerras imperialistas y los costos de sus guerras cargan sobre nuestras espaldas; el dolor de lxs refugiadxs y migrantes perdiendo sus vidas, negocios, familias y sus lazos sociales impactan directamente en las vidas de lxs que aún tenemos algo de empatía.
Quiero gritar. Quiero dejar de ver a mis amigxs y compañerxs cayendo en la depresión. Quiero poder tener tiempo para ayudarlxs y abrazarlxs. Estoy hartx de ver que se gastan millones de euros en armas mientras el sistema de salud y seguridad social estan en crisis. Mientras lxs enfermerxs ganan mal y las exigencias son cada día mayores por la falta de personal.
Quiero jugar fútbol con mis hijxs después de la jornada de trabajo; quiero sentarme y compartir una cena sin miedo a la cuenta de electricidad.
Quiero tener tiempo para crear y construir, porque somos nosostrxs lxs que construimos este mundo y son nuestrxs cuerpos los que sufren la explotación. Solo cuando podamos tomar en nuestras manos esta construcción, seremos libres.
Queremos gritar juntxs por la defensa de una vida digna para todxs. En Ucrania, en Rusia, en Siria, en Alemania, en Latinoamérica, y en todo el mundo.
Hoy en día, luchar contra la crueldad y luchar por un mundo menos cruel es política revolucionaria.
Este 1ero de Mayo hagamos de nuestros gritos, un grito colectivo. Mostremos nuestra bronca en las calles y visibilicemos el mundo que construimos día a día.
Organicemos nuestro hartazgo en contra de la opresión y la explotación.
Juntemos nuestras fuerzas a favor de un mundo en donde quepan muchos mundos. Por un mundo que valga la pena ser vivido.