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Carta a Fridays For Future Berlin y el movimiento ecologista alemán: ¡Descolonízate!

Esta es una crítica a lxs activistas del movimiento Fridays For Future alemán. Una crítica solidaria para que puedan reconocer sus propios errores y así fortalecer su lucha que también es la nuestra.

Desde el Bloque Latinoamericano de Berlín fuimos invitados a contribuir con nuestras perspectivas a la manifestación de la huelga climática del 29.11.19. Nos invitaron a dar nuestras reflexiones al Fridays for Future. Escribimos un discurso en colectivo donde queríamos hacer llegar hasta acá las voces que han sido sistemáticamente ignoradas, silenciadas y romantizadas por la prepotencia de un sistema de dominación colonial, que incluso forma parte de las dinámicas de aquellos que en nombre del ecologismo convocan a luchar en contra de la crisis ecológica mundial.

Queríamos mostrar el vínculo entre las crisis sociales actuales en el Sur Global y la crisis climática mundial. Pero olvidamos que la prioridad de la gran mayoría de los movimientos ecologistas en Alemania está en escucharse a sí mismos invisibilizando y acallando a quienes no son como ellos.

Hoy nos citaron a las 12:30 horas en la Puerta de Brandenburgo para que leyeramos nuestro discurso en la concentración inicial pero luego de esperar más de una hora se nos pidió que habláramos al finalizar la marcha. Les dijimos que podíamos hasta cierta hora debido a nuestros horarios laborales. Marchamos y esperamos por casi cuatro horas, a pesar del frío y el viento. Finalmente, a sabiendas de que teníamos que ir a trabajar, nos dijeron que no podíamos subir al escenario debido a que era más importante dejar que continuaran los actos de música para entretener al público que ya se iba a casa.

Buscábamos solidaridad y hermandad con el sufrimiento de los seres humanos en otros territorios que están siendo azotados ferozmente por la crisis medioambiental que aqueja al mundo. Territorios con luchadorxs y activistas que hacen del ecologismo no una moda pasajera, ni un botín político o mediático, sino una forma de vida y resistencia en la que luchan ofrendando sus vidas en contra de un sistema de explotación, cuyos responsables principales son las empresas trasnacionales oriundas de los países colonialistas como Alemania. Pero los pocos a quienes dieron el micrófono eran solamente oradorxs blancxs, alemanxs. No dejaron espacio para que habláramos lxs otrxs, los sin voz, aquellos que somos bienvenidxs siempre y cuando amenicemos con nuestro “folklor” y exotismo, pero a quienes se nos censura al momento de expresar su visión y crítica sobre un tema que toca más profundamente a nuestras comunidades y países desde hace siglos. Hubo personas racializadas que estuvieron en el escenario pero solamente como parte del entretenimiento musical.

Nos preguntamos, ¿escuchan y aprenden de las historias contadas por los pueblos oprimidos? A algunas les “roban” la infancia; a otras, mujeres, niñxs, comunidades y pueblos, les roban el agua, la salud, el territorio, la vida. ¿No será momento ya de reconocer y romper la autorreferencialidad y prepotencia de sus luchas?

A raíz de esto les extendemos nuevamente nuestra mano. Sabemos que es un proceso largo combatir la ceguera y la sordera que nace de los privilegios, aprender a poner estos privilegios al servicio de todes, del cambio real y revolucionario aún más. Pero no se puede descolonizar el “activismo climático”, sin un análisis crítico a las estructuras de su movimiento, quién habla, por quién lo hace, etc. Que esta mala experiencia sea un llamado a la reflexión entre sus líneas. Reconocemos que el territorio de lucha es el planeta entero y en tiempos de polarización es más importante que nunca tejer puentes firmes entre nosotrxs. En señal de respeto esperamos una disculpa pública y la publicación del comunicado que no pudimos leer. ¡Creemos que otro mundo es posible y que construirlo es tarea conjunta!

¡Arriba lxs que luchan!


Discurso del Bloque Latinoamericano Berlín preparado para la marcha climatica del 29 de Noviembre 2019

Buenos días. Gracias por la invitación que le han dado al Bloque Latinoamericano Berlín. Hoy nos unimos a esta marcha para protestar contra el desastre medioambiental, pero también para hacer eco de las voces de los pueblos de nuestro continente, esas voces que han sido ignoradas, silenciadas y romantizadas.

Un movimiento que se toma en serio la extinción de gran parte de nuestra biodiversidad debe abordar los problemas de raíz: el capitalismo y el colonialismo, el sistema industrial, la cultura que ve los seres vivos como un recurso que hay que explotar, y la infraestructura que lo mantiene todo unido. Es fundamental darse cuenta que existe un estrecho vínculo entre las crisis sociales actuales en el Sur Global y la crisis climática.

Situándonos en el contexto latinoamericano, en Ecuador, el pueblo salió a protestar hace un mes contra los dictados de austeridad impuestos a través del FMI y el Banco Mundial, medidas que afectarían a muchos trabajadores, entre ellos, a quienes viven de la agricultura. Mataron a 7 personas.

En Chile, millones de personas han salido a defender derechos sociales básicos: jubilaciones justas, estabilización de tarifas eléctricas, y la no privatización de las aguas, entre otras cosas. Han muerto 24 personas.

En Bolivia, gran cantidad de indígenas han marchado para manifestarse en contra del Golpe de Estado – tristemente legitimado por el gobierno alemán- y la quema de la whipala, bandera que representa la filosofía de los pueblos andinos y ancestrales del continente. Han matado a 32 personas desde hace un mes.

En Haití son 77 muertos desde que empezaron a principios de año las revueltas.

En Colombia, solo en 2018, fueron asesinados 226 líderes sociales por defender sus derechos territoriales y apoyar la implementación del acuerdo de paz.

Todxs lxs asesinadxs salieron a protestar por sus derechos tal como lo estamos haciendo nosotros hoy en día. Quizás algunas de esas personas se consideraban a sí mismas activistas, quizás otros no. Algo así como tú y yo. Como nosotros. Una estudiante, un padre, una profesora, una abuela,un amante del fútbol o del hip-hop, el que tiene pareja y quiere un futuro justo.

Pero la diferencia entre ustedes y ellos radica en que en Latinoamérica hay una historia de 527 años de colonización, de despojo, de negación, de silenciamiento, y de crueles e injustos asesinatos que se puede rastrear por todo el continente. La diferencia está en que ellos son campesinos, pequeños y medianos agricultores, personas sin tierra, mujeres y jóvenes del campo, pueblos indígenas, migrantes y trabajadorxs agrícolas. Personas racializadas y normalmente pobres. Personas que viven de sus ríos, de sus mares y animales. Personas que viven y conservan la biodiversidad que se está perdiendo y que son parte de las comunidades que migran forzosamente debido al cambio climático y las guerras internas, gran parte de ellas económicas.

Algunas de estas personas han sido asesinadas con armas producidas en Alemania y en otras partes de Europa. Algunos asesinados por gobiernos latinoamericanos a los cuales los mercados financieros europeos y norteamericanos les imponen usureras reglas de cómo deben pagar sus deudas y manejar sus economías.Han tratado de imponer un discurso en el que el ser humano está por encima de la naturaleza, el hombre por encima de la mujer, la razón por encima de la emoción, la mente por encima del cuerpo, el individuo por encima de la comunidad. Un discurso binario que no estamos dispuestos a escuchar más. Guerras, violencia, pobreza, alienación, explotación laboral, racismo, enfermedades físicas y mentales, individualismo, incendios forestales, contaminación de las fuentes hídricas, genocidios. Todos estos fenómenos son el resultado de esa misma mentalidad capitalista. Sépanlo, todo interconectado.

Pero hoy día no buscamos sentimientos de culpabilidad. Tenemos sed de justicia. Buscamos solidaridad y hermandad por el sufrimiento de los seres humanos en otros territorios que serán azotados por la crisis medioambiental que aqueja al mundo. No podemos ser ingenuos y tan sólo exigir que los gobiernos y las corporaciones cambien. Esos “cambios” sólo conducirán a “cambios” que les den más poder a ellos. Es necesario desmantelar toda la estructura social y jurídica que los coloca en una posición de poder. Estos acuerdos violentan y hacen peligrar la existencia de las próximas generaciones y, ya que no cuentan con la voz de las grandes mayorías, no merecen el respeto de demandas corteses y protestas pacíficas. Cuidado con el liberalismo elitista, el empoderamiento individual y la óptica de una diversidad mentirosa y cosmética. Necesitamos una agenda revolucionaria para la liberación colectiva de los sistemas de opresión.

Debemos identificarnos con la ecología y sentir el planeta como una parte de nosotrxs mismxs, pensando que la defensa de la naturaleza es un acto de autodefensa.

Luchemos por las energías limpias municipales, por la agricultura sustentable, por los transportes públicos más accesibles, por las vivienda sociales, por los espacios públicos verdes, por el aire y el agua limpia, por la restauración de la biodiversidad, por la reducción del número de horas de trabajo semanales, por la protección de las comunidades ante los desastres naturales y la revisión del pasado colonial europeo que ha producido contaminación por siglos y que hoy en día lo sigue haciendo, en nuestro continente, a través de empresas transnacionales. Establezcamos posiciones políticas claras: que no nos vendan la idea de un capitalismo verde y sostenible. ¡Es una farsa!Organícemonos aún más y mejor.

Participemos en acciones prácticas en lugar de teóricas y simbólicas.

Escuchemos y aprendamos de las historias contada por los pueblos oprimidos.

Nosotros confiamos en el movimiento Friday’s for Future y quienes optan por la desobediencia civil. Confiamos en ustedes porque le han dado inspiración a muchísimas personas alrededor del mundo. Confiamos también en otros movimientos sociales y de acción directa como quienes están por la paz, anti-armamento, anti-gentrificación, anti-austeridad, a favor de la soberanía alimentaria, en los feminismos plurales, por las fronteras abiertas, los medios de comunicación libre, en defensa de la naturaleza, y tantas otras luchas que nos inspiran.

¡Arriba lxs que luchan, porque el que lucha no muere!