El 19 de febrero de 2021, se realizó en Berlín una marcha impulsada por diferentes grupos migrantes para conmemorar a las víctimas del atentado terrorista y racista de Hanau, acontecido hace un año. Les compartimos la intervención leída por compañerxs del Bloque durante la manifestación:
No existe el capitalismo sin racismo!
No existe el imperialismo sin racismo!
No existe el patriarcado sin racismo!
No existe el colonialismo sin racismo!
Hoy, el racismo continúa afectando estructuralmente la vida y muerte de nuestras comunidades. El racismo nace aquí en Europa, nace con el colonialismo europeo como instrumento deshumanizador a mano del capitalismo y se convierte en una estructura de poder, legitimada hoy por los Estados-Nación, entidades responsables por la aniquilación de la vida.
La historia del racismo nunca dejó de estar ligada con el despojo colonial, ni con las geografías del capital construídas bajo régimenes raciales que aún pretenden eliminar la soberanía de nuestras vidas y nuestros territorios. Esta es la verdadera cara de la ilustración europea.
Aquí y ahora, vemos también como la violencia racista es un problema estructural y no es solo parte de su pasado. El racismo continua oprimiendo a las comunidades racializadas, diferenciadas a partir de la construcción de una supremacía blanca, como un lugar de poder. Pero el funcionamiento del racismo solo es posible a partir de sus poderes políticos, de todo su aparato estatal, incluída la naturaleza de la violencia y represión policial, el régimen migratorio y la criminalización de la migración. El Estado es donde se cristaliza la realidad de su sistema político y económico que mantiene las estructuras de dominación racial, reflejadas en la ideología social, la violencia y el terrorismo supremacista blanco. Ante esta historia, se hace cada vez más urgente articular respuestas más amplias, colectivas, autónomas, democráticas y radicalmente transformadoras. Es momento de de cambiarlo todo!
Hoy, estamos aquí porque nos negamos a que la violencia sobre nuestros cuerpxs continue siendo normalizada. Nos negamos a que las relaciones estructurales del racismo sigan siendo encubiertas y se siga ocultando su origen colonial y esclavista. Nos negamos a recibir como respuesta reformas neoliberales que banalizan el racismo y lo perpetúan. Estamos aqui para cuestionar por qué a los cuerpos racializados se les imponen fronteras mientras que al capital no.
Desde el Bloque Latinoamericano nos sumamos al acto de memoria del atentado racista en Hanau. Hanau es hoy también parte de nuestra memoria colectiva. Lo acontecido en Hanau evidencia la decadencia de un sistema colonial, capitalista y patriarcal que da forma a esta sociedad. Atentados como Hanau nos llaman siempre a auto-organizarnos colectivamente desde nuestro territorio-cuerpo, para crear nuevos mundos, transformar y sanar relaciones sociales, construir nuevas geografías decoloniales, antipatriarcales, que defiendan la vida, aqui y ahora. Creemos que los cuerpos y las comunidades racializadas, migrantes y diaspóricas, también somos territorios en resistencia, interconectadas por una historia similar de colonización y por un presente en común. Cuando matan a unx, nos matan a todxs. El dolor de sus familias es el nuestro. Su lucha por la dignidad es nuestra lucha. Es ahí donde radica la fuerza y la importancia de tejer nuestras alianzas. Desde el Bloque estamos creando espacios colectivos de reflexión y acción directa, que nos ayuden a construir relaciones que confronten todas las formas y todos los símbolos del racismo estructural, en donde no exista un valor diferenciado de nuestras vidas y nuestros mundos, ni las “inmigraciones ilegales”, ni la violencia policial, y donde creemos comunidad en contraposición a la individualidad de un sistema moderno y neoliberal. Nos acuerpamos en la lucha. Llamamos a la resistencia, a la acción y a la agitación. Llamamos a no olvidar Hanau. Recordar a Hanau colectivamente significa sanar los traumas de esta sociedad racista. Hanau es parte de nuestra memoria colectiva y vive para siempre en nuestros cuerpos!