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Auto-organización migrante Comunicados (es)

¡Todxs juntxs contra el fascismo!

Organización migrante, unidad de las izquierdas y poder popular desde Berlín

¡No más explotación a lxs migrantes! Bloque Latinoamericano en la marcha revolucionaria del primero de mayo berlinés 2024

Nosotrxs somos como los granos de quinua. Si estamos solxs, el viento lleva lejos. Pero si estamos unidxs en un costal, nada hace el viento. Bamboleará, pero no nos hará caer.

Dolores Cacuango (dirigenta comunista indígena ecuatoriana)

1. Otro primero de mayo: los ricos, cada vez más ricos, las derechas radicalizadas y el mundo en llamas

Vivimos tiempos tenebrosos. Diariamente nos llegan noticias que parecen sacadas de un futuro distópico, pero que describen nuestra realidad actual. Mientras los precios de los alimentos aumentan, los alquileres se disparan y los salarios se estancan, cada vez más imágenes de guerras, genocidio y catástrofes ambientales inundan las pantallas. La situación global es compleja y, al mismo tiempo, alarmantemente clara en un aspecto: El 1% más rico de la población aprovecha cada oportunidad para enriquecerse aún más explotando y aniquilando al pueblo y a la naturaleza.

Desde la pandemia, la riqueza de los multimillonarios y la desigualdad en el mundo no para de aumentar. En promedio, en 2024, la fortuna de cada multimillonario creció en dos millones de dólares diarios. Los diez hombres más ricos incrementaron su patrimonio en 100 millones de dólares diarios, mientras el 50% de la población mundial vive con menos de 5 USD por día. ¡Es un escándalo que la brecha entre quienes nos rajamos todos los días trabajando precariamente y aquellos que usurpan nuestro trabajo se esté profundizando cada día más!

Estamos presenciando y sufriendo en carne propia reconfiguraciones aceleradas del capitalismo neoliberal que se manifiestan como una terapia de shock autoritaria. ¡Cada vez menos dinero para el pan y más dinero para las armas! La avaricia despiadada de los de arriba para asegurar la tasa de ganancia no le teme a la muerte, pero a la muerte de aquellos cuerpos y territorios considerados descartables: el pueblo palestino, lxs migrantes ahogadxs en el Mediterráneo, los bosques en llamas…

La oligarquía, en América Latina y otras latitudes, nunca necesitó estar en el gobierno para ejercer su dominación, pues posee no solo los medios de producción, sino los medios de comunicación hegemónicos y las herramientas cada vez más sofisticadas del capitalismo financiarizado. Sin embargo, hoy el gran capital, en su entramado nacional-global, asume cada vez más directamente el control político, lo cual es evidente en la alianza explícita entre corporaciones y políticos de extrema derecha.

La fiesta de asunción de Trump a finales de enero 2025 nos dejó postales amargas de la internacional autoritaria. Mientras los “Trump bros” de Silicon Valley le cubrían la espalda al líder xenófobo, el anarcocapitalista Javier Milei y el narcotraficante-presidente de extrema derecha Daniel Noboa, con sus respectivas “primeras damas”, posteaban selfies en Instagram para alardear de su puesto en primera fila. Un mes después, en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), entre ovaciones y júbilo del público de extrema derecha, Milei le regalaría a Elon Musk su infame motosierra “para desmantelar la burocracia estatal”. Estas alianzas que ponen en práctica el ajuste neoliberal y la radicalización autoritaria simbolizan las nuevas formas capitalistas de administrar la explotación y renovar su estética.

A nivel mundial, tanto en los centros imperiales como en las periferias y territorios de resistencia del Sur, los gobiernos neoliberales autoritarios están desmantelando los sistemas sociales y atacando las conquistas históricas de los movimientos populares en materia de derechos. La destrucción del Estado como garante de la seguridad social está en pleno apogeo por todo lado. La Argentina que sufre a Milei está en pie de lucha contra el recorte despiadado en educación, salud, políticas de igualdad de género y un largo etcétera. Para imponer el ajuste, las fuerzas represivas del Estado hasta golpean brutalmente a jubiladxs en las calles. En el Ecuador que va a cumplir casi una década de regímenes neoliberales autoritarios, lastimosamente no alcanzó con la unidad tardía de las izquierdas para derrotar al fascismo que se impuso fraudulentamente en las urnas en abril de 2025.1 Si Argentina es un laboratorio del neoliberalismo represivo, Ecuador es una zona de sacrificio, donde la narcoderecha asesina niños afroecuatorianos para llenarse los bolsillos de dólares ensangrentados. ¡Por Josué, Ismael, Saúl y Steven, nuestra lucha sigue!

Los cargamentos de banana de Noboa llegan con cocaína a los raves de una Europa donde también le están apostando más a la muerte que a la vida. En especial, en Alemania, la “gran coalición” entre la “democracia” cristiana (CDU/CSU) y la “socialdemocracia” autoritaria (SPD) no titubeó en recortar prestaciones sociales, desde infraestructura de centros infantiles hasta proyectos culturales. La cereza en el pastel ha sido su política abiertamente xenófoba para no solo restringir derechos migrantes, sino abogar por nuestra deportación en masa. Ante este panorama, no nos extraña en absoluto que el partido neonazi (AfD) se haya consagrado como la segunda fuerza política a nivel nacional en las elecciones de febrero del 2025. No hace falta la AfD en la nueva-vieja gran coalición entre CDU y SPD, porque de democráticos a estos partidos solo les queda el nombre. Lo denunciamos fuerte y claro: ¡Su plan de gobierno profundiza el ataque de extrema derecha contra nosotrxs, lxs migrantes y lxs de abajo!2

Así, el Estado autoritario crece disfrazándose de supuesta democracia. La Europa de los de arriba se rearma hasta los dientes para radicalizar esta fase de acumulación capitalista, enfocando la reconversión industrial en la fabricación y exportación de armamento de alto calibre. ¡Guerras hacia afuera y mano dura hacia adentro! El Estado alemán nunca se desnazificó y siempre ha sido represivo. Sin embargo, desde su participación exacerbada lucrando con el genocidio en Palestina, se ha vuelto más represivo aún y su brazo policial, más salvaje. ¿Y los derechos fundamentales, desde el derecho de reunión a la libre expresión? Pisoteados. Jamás olvidaremos que nos quieren prohibir hasta el duelo. Que las botas fascistas pisaron las velas de las vigilias en Sonnenallee cuando llorábamos a tantxs muertxs en aquel otoño sangriento de 2023.3 Esta escalada de violencia afecta a una sociedad que, debido al aumento del costo de vida y a una creciente incertidumbre, está cada vez más presionada e indignada. En Alemania y en todo el mundo, la precariedad se extiende. Los sectores populares y cada vez más clases medias empobrecidas, deben recortar necesidades básicas como alimentación y vestimenta para llegar a fin de mes.

Esta cruda realidad no es casualidad. Es el resultado de un sistema que concentra la riqueza en la cima y genera pobreza en la base. Es el caldo de cultivo para el ascenso de movimientos de derecha extrema a nivel global con prácticas o aspiraciones fascistas.

Primero de mayo combativo 2024, Bloque Latinoamericano Berlín

2. ¿Al fascismo no se lo debate, se lo combate? Pero, ¿es el pueblo que vota a la derecha fascista?

Sin lugar a dudas, vivimos una etapa de derechización de las propuestas políticas a nivel global. Desde las cúpulas del poder, se consolida la salida autoritaria a la crisis y los partidos de signo variopinto, en pos de mantener su buen vínculo con estas cúpulas y de apelar a sus bases perdidas, interpretan su papel político y mediático diciendo simplemente que la sociedad se “derechizó”. Una forma de profecía fatal autocumplida.

A pesar de que se quiera instalar la idea de que el fascismo reina entre los sectores populares, es fundamental diferenciar entre los partidos de derecha y la gente que hoy está votando por ellos. En la mayoría de los casos, quienes votan o empiezan a coquetear con la derecha no lo hacen necesariamente porque estén convencidxs ideológicamente, sino como respuesta al contexto capitalista de incertidumbre, inestabilidad y miedo, que describimos previamente.

Estamos frente a un desafío complejo. A pesar de que la gente muchas veces hace el mismo diagnóstico que nosotrxs de los problemas sociales (“No hay trabajo digno, mis hijxs no pueden acceder a educación pública de calidad, tengo miedo de salir a la calle, etc.”), es en la interpretación de quiénes son los culpables y cuál sería la salida de la crisis donde las derechas fascistoides nos están ganando la batalla. Según Milei, la culpa es de “los zurdos de mierda”, según Noboa, de las “izquierdas narcotraficantes”, según la AfD y la gran coalición, de nosotrxs lxs migrantes.

Los fascistas son Milei, Noboa y la AfD, pero las izquierdas no nos hacemos ningún favor si tachamos de fascistas al conductor de delivery que no llega a fin de mes en un barrio periférico de Buenos Aires, a la madre preocupada por sus hijxs en Guayaquil o al trabajador de Brandenburgo que necesita entender por qué su billetera se vacía a pesar de que los callos de sus manos aumentan. Nuestra tarea histórica es volver a interpelar a estos sectores, creando espacios colectivos donde podamos entender las muchas caras de la crisis capitalista y volver a señalar el dedo no entre nosotrxs, sino hacia los verdaderos culpables: los explotadores allá bien arriba. Solo proponiendo y construyendo en conjunto un proyecto de sociedad que resuelva nuestros problemas sociales y que motive a las mayorías a luchar por la vida digna podremos evitar el peligro real de una fascistización de la sociedad en su conjunto.4

El fascismo clásico en la Europa de los años 1920 y 1930 surgió en un momento de crisis del capitalismo como salida a la ingeniería institucional liberal producto de la guerra, la inflación y la caída de la productividad. También surgió como una respuesta al crecimiento de los partidos comunistas. Eso fue lo que le ganó el apoyo de políticos, empresarios y religiosos en todo el mundo. Así, el fascismo se desarrolló como el freno de emergencia de las élites para evitar que los sectores populares les arrebataran sus privilegios. A pesar de lo que vociferan de forma torpe Trump y Milei, el fascismo y el comunismo no son lo mismo. A su vez, los regímenes fascistas, proponiendo una nueva forma de organizar la sociedad, el Estado total y la economía, lograron capilarizarse en la sociedad como un movimiento de masas callejero. Recordemos a la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional en Italia, más conocidos como Camisas Negras.

Las extremas derechas globales son heterogéneas y sus aspiraciones y prácticas fascistas varían. Mientras hay actores que buscan reeditar un supuesto pasado glorioso aplicando las mismas recetas neoliberales y usando los mismos lenguajes de odio de siempre, nos enfrentamos cada vez más a expresiones sofisticadas que están articulándose en áreas de la vida a las que antes no llegaban, como los movimientos juveniles y los espacios culturales. No estamos hablando solo de gobiernos o partidos, sino de movimientos de base o influencers de TikTok. Mucho más allá de lo electoral, es también en la cotidianidad donde reside un peligro de fascistización social que debemos evitar a toda costa. Podemos empezar por diferenciar la paja del trigo. Claro que combatimos a las cúpulas de los partidos de la extrema derecha global. Sin embargo, y conscientes de que no siempre es posible en términos de seguridad, con la gente precarizada que está votando por la derecha hoy más que nunca tenemos que hablar.

Lo que vivimos es una profunda crisis del capitalismo y un avance de proyectos conservadores autoritarios que buscan justificar el ajuste neoliberal. Como todo proceso político, este tampoco es totalizante sino un desarrollo de la lucha política y de clases. Dependerá de nosotrxs que esta resbaladera hacia el horror no se profundice haciendo del fascismo la única salida. Dependerá de si nos organizamos, luchamos y construimos una alternativa al capitalismo o no. 

Para las comunidades migrantes, es pan de cada día el crear redes de solidaridad para ayudarnos en los problemas cotidianos.5 Con trabajo de hormiguitas, nosotrxs politizamos estas necesidades para levantar nuestra voz colectiva ante las injusticias y para proponer soluciones autogestivas y alternativas de sociedad.6 Es por esto que nos emocionan las izquierdas populares en Alemania que están saliendo de su burbuja y apostándole cada vez más al trabajo de base, a volver a hablar con la gente. Ese es el camino. Por ejemplo, la campaña puerta a puerta del compa Ferat, de Die Linke en Neukölln, hasta logró motivar a jóvenes a venir desde otras ciudades a apoyar. Desde el Bloque Latinoamericano sabemos que, cuando un horizonte de transformación social te apasiona, el compañerismo y la construcción colectiva se vuelven parte profunda de tu vida. Invitamos a lxs compas de movimientos y partidos de izquierda en Alemania a seguir renovando sus estrategias organizativas y a dialogar más con las izquierdas migrantes. Nadie se salva solx, por eso tenemos que crear alianzas amplias, por izquierda y desde abajo, para realmente construir poder popular/Gegenmacht.7

3. ¿Quién es el enemigo número uno del Estado alemán? Comienza con “mi” y termina en “grantes”

La migración hacia Europa no es un fenómeno aleatorio, es una consecuencia directa de la política exterior y económica de saqueo europea. La destrucción ambiental, las intervenciones militares, los acuerdos de “libre” comercio y las relaciones de explotación global obligan a las personas a abandonar sus países y a sus familias. A través de la demonización de lxs migrantes, los partidos de derecha y de “centro” en Europa arremeten contra nosotrxs. Fomentan el racismo y dividen a la sociedad, culpándonos por su destino y ocultando las verdaderas razones de la crisis capitalista que vivimos. Dicen que nosotrxs tenemos la culpa. Que lxs migrantes les robamos los empleos, que importamos antisemitismo, que no nos integramos, que hay que remigrarnos… Es la estrategia de las derechas para dividir a las clases trabajadoras alemanas y migrantes.

Sin embargo, es evidente: Alemania y otros países europeos necesitan a lxs migrantes como mano de obra barata, con pocos derechos y calladitxs. Todo el sistema de leyes migratorias —ya sea en procedimientos de asilo, programas “culturales” de Au-pair o visas de trabajo— está diseñado para forzar a lxs migrantes a aceptar empleos precarios y amenazas. Sin importar lo mal pagadxs o las pésimas condiciones, lo importante es que trabajemos y mantengamos en funcionamiento la economía alemana. Además, debemos agradecer y bajar la cabeza, agradecer porque en nuestros países nos iría peor. Primero nos expulsan de nuestros territorios, luego nos explotan aquí. Y encima más, quieren que sonríamos. Nuestras comidas y nuestros bailes, eso sí les gusta. Pero cuando nuestras voces se juntan para exigir nuestros derechos y nuestro digno lugar en una sociedad que también construimos, ahí nos volvemos indeseables.

Estructuralmente, lxs trabajadorxs migrantes somos empleadxs en sectores precarizados y no organizados sindicalmente. Son sobre todo cuerpos feminizados, mujeres y disidencias sexuales, quienes cargan en sus espaldas el peso de la explotación flexibilizada y encubierta. Lxs migrantes estamos sobrerrepresentados en áreas como logística, cuidado de personas, agricultura o gastronomía, a menudo bajo el “modelo Amazon”, que implica explotación máxima con seguridad social y laboral mínima. En estos sectores, los intentos de organización sindical no solo son ignorados, sino activamente combatidos, a través de prácticas de difamación y criminalización como union busting en los casos de Tesla o de Gorillas/Getir.8

La exclusión estructural tiene muchas causas: falta de acceso a vivienda accesible, trabas burocráticas como el círculo vicioso de la Anmeldung,9 barreras lingüísticas, falta de conocimiento sobre derechos laborales, permisos de residencia temporales, horarios laborales extremos y una legislación migratoria que puede llevar a la deportación en cualquier momento. Sin embargo, tampoco los sindicatos, que deberían ser una herramienta de las clases trabajadoras, han implementado una política consecuente para interpelar a lxs trabajadorxs migrantes, pues solo se enfocan en sectores con mejores ingresos. El reloj y la derecha avanzan, pero lastimosamente no el interés político-gremial en representar a esta gran y creciente parte de la clase trabajadora en Alemania.

Es fundamental que entendamos que esta realidad no afecta solo a lxs migrantes. ¡Si las empresas pueden operar constantemente con la amenaza de traer trabajadorxs más baratxs del extranjero, los salarios de TODXS disminuyen!

En los medios y en los debates políticos, especialmente en torno a las elecciones, observamos una tendencia creciente y peligrosa que nos ataca directamente: desde el llamado “centro” hasta la extrema derecha, hay consenso en presentar a la migración como la cuna de todos los males. Las cúpulas de los partidos AfD, CDU/CSU y SPD y sus voceros en la academia y los ámbitos culturales radicalizan el sentimiento antimigrante, convirtiéndonos en chivos expiatorios de la inseguridad económica, las tensiones sociales y las crisis políticas. Lo que buscan con esto es dividir a lxs trabajadorxs y orientar el odio hacia los sectores más explotados. Mientras estemos todxs mirando hacia abajo y peleándonos entre nosotrxs, los de arriba seguirán regocijándose y lucrando con sus negocios.

Hacemos un llamado contundente: ¡Quien realmente quiera luchar por mejores condiciones de vida en este país, debe unirse a nuestra lucha para mejorar las condiciones de vida de lxs migrantes! Este es el único camino posible para que todxs lxs asalariadxs, independientemente de su origen o pasaporte, vivan una vida digna.

La precarización en el ámbito laboral va de la mano con la escalada represiva ejercida por la supuesta razón de estado, la doctrina de seguridad nacional alemana. El recrudecimiento de la criminalización de las luchas populares y anticoloniales en Alemania ha llegado a niveles supremamente alarmantes. Las deportaciones a refugiadxs de Afganistán y Siria ya eran pan de cada día desde hace años. Quienes venimos de territorios como Abya Yala, cargamos en el cuerpo el radar histórico para entender la saña con que los imperios deciden qué cuerpos tienen derecho a moverse libremente por el mundo y cuáles, los más oscuros, son siempre perfilados racialmente, expulsados y considerados descartables.

Desde que el genocidio en Palestina pasara a su fase más letal en 2023, las comunidades migrantes, particularmente la palestina y la judía antizionista, y todxs quienes nos solidarizamos hemos sido reprimidxs, criminalizadxs y amedrentadxs.10 El caso actual de amenaza de deportación a lxs 4 activistas europeos y estadounidenses de Berlín marca una avanzada autoritaria, no porque los casos anteriores sean menos relevantes, sino porque sienta un precedente de que ya no se respetarán los derechos ni a lxs ciudadanxs de países considerados aliados del Norte. Estamos ante un experimento feroz del Estado fascista que busca probar nuestros límites: ¿Hasta dónde puede llegar la represión sin encontrar resistencia social?

El monstruo autoritario es eficaz. El brazo neoliberal nos quita el pan y el techo, mientras la bota represiva nos patea lejos. La explotación/criminalización que hoy nos afecta a lxs migrantes, lxs militantes de izquierda y lxs alemanxs solidarixs que nos extienden la mano ante la injusticia es el laboratorio de la política más fascista del mañana. Si el Estado autoritario consigue socavar los derechos democráticos básicos de gente en solidaridad con Palestina ahora, muchos otros sectores con demandas diferentes se verán golpeados mañana, tal vez sin darse cuenta cuándo inició la debacle… Las tecnologías de vigilancia y de muerte que hoy se utilizan en las fronteras y contra lxs refugiadxs, mañana afectarán al conjunto de la sociedad: activistas, huelguistas, artistas, intelectuales, la sociedad civil organizada y todxs aquellxs que osan querer una vida digna.

Lxs migrantes hoy estamos siendo estigmatizadxs como una amenaza para la democracia y “la cultura alemana”, por ende, como el enemigo número uno del Estado. Ante esta arremetida, es más importante que nunca que todos los sectores del campo popular nos unamos y articulemos alianzas de todo tipo para decirle al fascismo que ¡ni un centímetro más!11

Bloque Latinoamericano cerca de la combativa Calle del Sol – Sonnenallee (01.05.2024)

4. ¿Qué hacer?

En una crisis múltiple como la actual, se abre ante nosotrxs un abismo: un abismo llamado fascismo. Pero cada crisis es también un momento de ruptura, un espacio para la transformación. En medio del miedo y la incertidumbre, existe la posibilidad de soñar con alternativas y llevarlas a la práctica de forma colectiva. Como Bloque Latinoamericano, todos los días hacemos trabajo de base con la comunidad latina en Berlín y trabajo de solidaridad con nuestros territorios en Abya Yala/Nuestramérica.12 En estos momentos de tinieblas, le apostamos más que nunca a seguir sembrando comunidad política para que podamos no solo resistir desde nuestras estructuras organizativas y sociales a todos los embates de las derechas sino construir ese mundo socialista con el que soñamos.

En este primero de mayo de 2025, reivindicamos la lucha histórica de lxs trabajadorxs de todas las épocas y latitudes y nos sumamos a esta jornada con nuestros llamados colectivos y demandas para hacerle frente a un mundo turbulento:

  • Es necesario construir un amplio espacio de diálogo de las izquierdas, tanto dentro como fuera de la política institucional y electoral. Las izquierdas debemos estar presentes en las calles, los lugares de trabajo, los espacios culturales y los parlamentos. La influencia política solo surge de este anclaje entrelazado.
  • Los sindicatos deben volver a ser actores políticos y combativos. Su papel central para la transformación social ya no puede ser ignorado. Deben luchar por derechos sociales, por la participación política de lxs migrantes y por la justicia climática. También deben abrirse a nuevas alianzas con movimientos sociales , con comunidades migrantes, con todas aquellas personas que de otro modo no tienen voz institucionalizada. Los sindicatos deben abrirse y buscar a lxs trabajadorxs migrantes, no solo dándoles un espacio de cuota, sino luchando junto a ellxs.
  • La articulación de movimientos sociales (migrantes, feministas, antirracistas) y sindicatos dentro de un partido de izquierda, como Die Linke, es fundamental. Nuestras luchas sociales deben canalizarse en propuestas políticas con efectos palpables. Esto solo es posible a través de vínculos de confianza y alianzas reales, no con política simbólica.
  • La perspectiva migrante debe entenderse como una fuerza transformadora —no como un tema marginal o de adorno, sino como el centro de un nuevo proyecto de izquierda para toda la sociedad. El Bloque Latinoamericano Berlín es un ejemplo vivo de esta voz colectiva. La participación política de las personas migrantes debe convertirse en una tarea central de la izquierda en Alemania y otros países.
  • Dentro de estos espacios de articulación entre sociedad, movimientos y partidos, necesitamos seguir apostando por la educación política transformadora e innovar nuestras estrategias de visibilidad y presencia —no solo para superar la pasividad, sino para abrir nuevas perspectivas de acción. No basta con criticar, debemos hacer visibles y viables las alternativas que queremos y que construimos.
  • Las redes internacionales antifascistas son imprescindibles. Los movimientos de izquierda deben coordinarse a nivel mundial y fortalecerse mutuamente. La izquierda alemana puede y debe ser parte de este intercambio global.

Después de décadas de individualización neoliberal, el mayor desafío de nuestra generación es organizar a personas que aún no se perciben a sí mismas como parte de un tejido colectivo, pero que sufren penas y luchan batallas similares. Es la hora de unirnos, más allá de las fronteras. Debemos identificar nuestras luchas comunes y librarlas juntas, con amor, fortaleza y alegría. Lo que necesitamos es una alianza amplia y solidaria: de migrantes de todo el mundo, alemanxs racializadxs y alemanes blancxs solidarixs, de personas desempleadas y trabajadoras, de empleadxs asalariadxs, autónomxs y precarizadxs.

Este primero de mayo tomamos las calles de Neukölln como bloque migrante: ¡contra el fascismo, la guerra y los sueldos de miseria! Luchamos por un mundo en el que no sea el 1% más rico quien decida sobre nuestras vidas. Un mundo en el que seamos lxs de abajo quienes dibujemos colectivamente la sociedad justa y democratica que deseamos y merecemos. Aunque intenten expulsarnos o dividirnos, acá seguiremos, sosteniendo este país con nuestro trabajo y nuestros sueños, y uniéndonos más que nunca para crear poder popular.

La noche está oscura, pero siempre nos han guiado como estrellas las palabras mágicas de nuestrxs antepasadxs, de nuestrxs líderes y lideresas, de nuestras familias y de nuestrxs compañerxs de lucha. No importa cuan grande sea el enemigo, cuan poderosas sus armas o cuan débiles parezcan nuestras fuerzas, seguiremos haciendo comunidad, luchando y soñando porque es lo que nuestra gente y nuestra historia nos ha enseñado. Codo a codo, seguiremos abriéndole camino a la esperanza, hasta que el cielo se pinte de rojo. ¡Que vivan lxs trabajadorxs migrantes, que vivan todxs lxs que luchan!

  1. Bloque Latinoamericano Berlín (2025, 10 de abril): ¡Nuestra lucha es por la vida! El voto contra Daniel Noboa como freno estratégico a la derecha en Ecuador: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2025/04/10/nuestra-lucha-es-por-la-vida-el-voto-contra-daniel-noboa-como-freno-estrategico-a-la-derecha-en-ecuador/ ↩︎
  2. Bloque Latinoamericano Berlín (2025, 07 de marzo): Contra las derechas, resistencia transfeminista: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2025/03/07/contra-las-derechas-resistencia-transfeminista/ ↩︎
  3. Bloque Latinoamericano Berlín (2023, 8 de noviembre): Von Berlin über Abya Yala bis Gaza: Unsere Solidarität ist links und hat ein Gedächtnis: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2023/11/08/von-berlin-uber-abya-yala-bis-gaza-unsere-solidaritat-ist-links-und-hat-ein-gedachtnis/ ↩︎
  4. Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 3 de noviembre): ¿Cómo construimos internacionalismo? https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/11/03/como-construimos-internacionalismo/ ↩︎
  5. Bloque Latinoamericano Berlín (2022, 19 de agosto): Manual para nuevxs Berliners https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2022/08/19/manual-para-nuevxs-berliners/ ↩︎
  6. Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 22 de agosto): Metodologías para el trabajo de base: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/08/22/metodologias-para-el-trabajo-de-base/ ↩︎
  7. Bloque Latinoamericano Berlín (2025, 13 de febrero): Declaración sobre las elecciones al Parlamento alemán del 23 de febrero 2025: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2025/02/13/declaracion-sobre-las-elecciones-al-parlamento-aleman-del-23-de-febrero-de-2025/ ↩︎
  8. Bloque Latinoamericano Berlín (2022, 14 de agosto): Cuaderno de formación política 2: Escuela de trabajadorxs migrantes – un proceso de educación popular para la organización laboral: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2022/08/14/cuaderno-de-formacion-politica-2-escuela-de-trabajadorxs-migrantes-un-proceso-de-educacion-popular-para-la-organizacion-laboral/ ↩︎
  9. Bloque Latinoamericano (2024, 19 de octubre): Cuaderno de formación política 4: Luchas por el derecho a la ciudad: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/10/19/cuaderno-de-formacion-politica-4-luchas-por-el-derecho-a-la-ciudad/ ↩︎
  10. Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 17 de octubre): ¿Qué pasa en Medio Oriente…? https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/10/17/que-pasa-en-medio-oriente/ ↩︎
  11. Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 22 de octubre): Crisis, organización popular y futuro: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/10/22/crisis-organizacion-popular-y-futuro/ ↩︎
  12. Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 19 de octubre): Seis años del Jaguar: una bitácora migrante: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/10/19/seis-anos-del-jaguar-una-bitacora-migrante/ ↩︎