
Lxs niñxs tienen derecho a jugar, ir a la escuela y reír. Steven de 11 años, Saúl de 15, y los hermanos Josué (14) e Ismael (15) deberían hoy estar metiendo goles en la cancha del barrio Las Malvinas. Pero no lo están. A principios de diciembre fueron detenidos por los militares mientras jugaban fútbol y estuvieron desaparecidos por veintiún días. “Dicen que eran ladrones”, repetía la gente haciendo eco de los medios de comunicación serviles al gobierno. En realidad, las fuerzas represivas perfilaron racialmente a los 4 niños de Guayaquil por el solo hecho de ser afroecuatorianos y pobres. El Estado ecuatoriano, bajo el gobierno de Daniel Noboa, los secuestró, desapareció y asesinó. La navidad pasada en Ecuador fue sombría, como vienen siendo los últimos tiempos entre apagones y asesinatos en alza. El 24 de diciembre, el gobierno anunció que se encontraron los cuerpos infantiles incinerados cerca de la Base Militar de Taura, pero desconoció toda responsabilidad. A fines de marzo 2025, una autopsia reveló que Steven, Saúl, Josué e Ismael fueron ejecutados con balazos en sus cabezas, los cuales fueron detonados desde sus espaldas mientras ellos estaban arrodillados. Colectivos afroecuatorianos, movimientos populares, organizaciones de derechos humanos y la sociedad en general han organizaron plantones en diferentes ciudades dentro y fuera del país para denunciar la gravedad de este crimen de estado y para contener tanto dolor.1
La situación de los derechos humanos en Ecuador es crítica. Esta ejecución extrajudicial se suma a la lista de casi una treintena de casos registrados por el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos. Este número es alarmante porque se asemeja a las 32 personas asesinadas extrajudicialmente por el gobierno autoritario de León Febres Cordero (1984-1988), de acuerdo al Informe de la Comisión de la Verdad.2 Aquel régimen de extrema derecha se insertaba en el contexto de las dictaduras en América Latina con su lógica del enemigo interno, persiguiendo y torturando a militantes de izquierda y cualquiera de “apariencia sospechosa”. En enero de 1988, fueron desaparecidos y torturados los hermanos Andrés y Santiago Restrepo de 14 y 17 años, respectivamente. El paradero de sus cuerpos es desconocido hasta hoy, pero la incansable lucha de su familia se volvió un símbolo de la búsqueda de verdad y justicia en Ecuador. Es muy doloroso cómo este crimen resuena casi 40 años después con el asesinato de los cuatro niños de Guayaquil.

La radicalización de las derechas y el neoliberalismo autoritario
Desde 2017, los consecutivos gobiernos de Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa han implicado una radicalización acelerada de las derechas.3 En los últimos 8 años, estos representantes del neoliberalismo han desmantelado las funciones sociales del Estado, es decir, han reducido la inversión en educación, en salud, en el sistema energético, entre otros. La ejecución presupuestaria ha sido casi nula. A la par de una creciente militarización, estas políticas que atentan contra los derechos sociales han desembocado en el empeoramiento de las condiciones de vida del pueblo y en el incremento de la desigualdad. A esto nos referimos cuando hablamos de neoliberalismo autoritario. De acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en diciembre del 2024, la pobreza por ingresos en Ecuador fue del 28% y la pobreza extrema, del 12,7%. Esto significa que la pobreza ha aumentado entre diciembre de 2017 y diciembre de 2024 en un 6,5% y la pobreza extrema en casi 5%. Dicha cifra se traduce en que alrededor de 5 millones de ecuatorianxs viven con ingresos menores a los 90 dólares mensuales. Si observamos la tasa de pobreza multidimensional, estamos hablando del 40,8% de la población.4
Al mismo tiempo, los grupos económicos más ricos se han beneficiado sobremanera porque no solo evaden impuestos y el fisco no les cobra, sino que el gobierno les brinda incentivos como la eliminación del impuesto a la salida de divisas para que sigan fugando capitales. Las exoneraciones de deuda y las privatizaciones en sectores estratégicos, como el eléctrico, también han contribuido a inflar sus cuentas privadas, por un lado, y a vaciar las arcas públicas, por el otro. Esta transferencia de abajo hacia arriba responde a los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.5 En este sentido, es importante entender que la gravísima crisis económica y social del Ecuador no es tan solo un error debido a la negligencia del gobierno, sino que es el modus operandi del modelo capitalista neoliberal que empobrece al pueblo y enriquece a la burguesía. Mientras los más ricos sacan sus capitales del país, las remesas que lxs migrantes mandan a sus familias en Ecuador han alcanzado máximos históricos.
Situar el caso ecuatoriano en el contexto de avance de las extremas derechas a nivel global nos permite comprender por qué la actual fase de acumulación continúa no a pesar de sino gracias a la radicalización de estos actores. Partidos, movimientos, influencers y expresiones variopintas de las derechas, desde Nayib Bukele en El Salvador hasta la AfD en Alemania, han sabido interpelar al pueblo ofreciéndole marcos de sentido atractivos y aparentes soluciones a la creciente precarización de la vida. Daniel Noboa no es la excepción: Si bien fue electo en 2023 precisamente por su discurso conciliador, ya en gestión fue recrudeciendo sin límite su política de “mano dura”. Estos triunfos por derecha muchas veces han tenido lugar en contextos donde las izquierdas y los progresismos se han quedado cortos ya sea en plantear salidas concretas a la crisis socioeconómica o en la batalla hegemónica de las ideas.6
La derecha neoliberal desde Ecuador hasta Argentina combate el supuesto “estado obeso”. Recordemos la infame motosierra de Javier Milei para cortar ministerios, eslógan que Elon Musk tomó como inspiración para su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) que dirige en Estados Unidos.7 Sin embargo, la batalla de los neoliberales radicalizados por el “estado mínimo” es discursiva porque, en la práctica, lo adecúan para beneficiar a los intereses del capital nacional y transnacional. Un ejemplo es el caso de las concesiones de Noboa a empresas mineras como la canadiense Atico Mining. El hecho de que el régimen esté militarizando territorios como Sigchos y Las Pampas, donde la comunidad está en pie de lucha, muestra cómo el neoliberalismo autoritario, el extractivismo y la represión de la organización popular van de la mano. Otro escándalo en 2024 fue que la esposa de Noboa, Lavinia Valbonesi, haciendo uso de tráfico de influencias, mandó talar un manglar en Santa Elena para construir un hotel de lujo. En medio de la campaña electoral de 2025, Noboa intentó concesionar irregularmente el campo Sacha en la Amazonía, el cual cubre las mayores reservas nacionales de crudo y es operado por la empresa estatal Petroecuador.8 A esta serie de abusos de poder y ataques contra toda ley nos referimos cuando denunciamos la captura del estado por parte de la oligarquía. Si no fuera por la movilización de la población, este tipo de escándalos no hubieran podido ser denunciados y frenados.
¡Nos están matando! El narcoestado y la violencia

Daniel Noboa es hijo de un magnate de la exportación de banano. El actual presidente pertenece así a una de las familias no solo más ricas del Ecuador sino de la región. Investigaciones recientes corroboran que el grupo económico Noboa Trading está involucrado en el tráfico de cocaína hacia Europa.9 Lo más indignante de este escándalo es que Noboa intenta perfilarse como un mandatario que combate al narco, cuando ya no quedan dudas de que el narcopresidente es él.
Rebobinemos un poco esta película de terror. En febrero de 2024, titulares dieron vuelta al mundo de que un canal de televisión nacional había sido invadido en vivo por un grupo criminal. Esta noticia generó pánico social ante la agudización de la crisis de seguridad en el país. Tiempo después saldría a la luz que dicho supuesto atentado fue escenificado para aupar la terapia de shock autoritaria del gobierno actual. Noboa aprovechó la conmoción en 2024 para pasar el peligroso Decreto 111 que declaraba al Ecuador en estado de “conflicto interno armado”. A partir de ahí, se dio carta blanca a la militarización de los barrios, principalmente de la costa. La supuesta “guerra contra el narco” en la práctica es una guerra contra el pueblo.10
En los territorios donde el estado social retrocede, el crimen organizado avanza. Mientras los puertos y aduanas son desregulados para servir a los intereses de la narcooligarquía, los jóvenes racializados y empobrecidos están siendo reclutados por bandas narcodelictivas y terminan siendo la carne de cañón de una espiral de violencia.11 Este desarrollo nefasto ya lo sufrieron México y Colombia, donde la injerencia gringa, que hoy también pisa fuerte en Ecuador, ha derramado mucha sangre. En un país dolarizado como Ecuador, la economía narcopolítica de la muerte incluye a la élite vinculada a los negocios bancarios, porque el lavado de activos en el sistema financiero se ha disparado.12
Ante este escenario donde los negocios del narcopresidente y el sufrimiento del pueblo se entrelazan, Ecuador se transformó en tiempo record en el país más violento de América Latina. Las muertes violentas han llegado al máximo histórico de 40 homicidios por cada 100 000 habitantes. Guayaquil y Durán, en la costa ecuatoriana, son el epicentro de este tsunami de dolor. Si denominamos al bloque de poder actual en Ecuador bajo Noboa como un régimen cívico-militar es porque urge denunciar ante el mundo que sus políticas neoliberales y autoritarias nos están matando.

La cancha inclinada y el triunfo del campo popular en la primera vuelta electoral
Entre tantas tinieblas, llegamos a las elecciones presidenciales de 2025. Daniel Noboa pasó por encima de toda norma legal y ni si quiera pidió licencia para hacer campaña para su reelección. La cancha está inclinada, porque el narcogobierno abusa del poder para someter a los órganos judiciales. El “candidato-presidente” (sic!) se comporta como si el país fuera su hacienda, encarnando la impunidad de la clase dominante. Sin embargo, en la primera vuelta del 9 de febrero, no pudo imponerse. La diferencia entre Daniel Noboa (44,17%), candidato del partido ADN, y Luisa González (44%), candidata de la Revolución Ciudadana, fue muy corta. Leonidas Iza, candidato del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, recibió el 5,25% de los votos.
Luisa González viene del proyecto progresista que fue gobierno entre 2007 y 2016 con Rafael Correa como presidente. Leonidas Iza es el presidente de la Confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas del Ecuador (CONAIE) y su liderazgo se perfiló en el proceso de lucha colectiva de los paros antineoliberales de 2019 y 2022. Ambxs representan el amplio espectro de las izquierdas ecuatorianas, no exento de conflictos y contradicciones. Por eso, leemos como una victoria del campo popular el hecho de que hayan logrado el segundo y tercer lugar en una contienda electoral marcada por la violencia y persecusión política desde la extrema derecha en el gobierno.13
Situemos brevemente al proyecto político y a la candidata que disputará la segunda vuelta del 13 de abril contra Daniel Noboa. Durante los gobiernos de la Revolución Ciudadana entre 2007 y 2016, Ecuador vivió un fortalecimiento del estado social y una reducción histórica de la pobreza debido a la redistribución en el marco de un modelo de crecimiento enfocado principalmente en los sectores más empobrecidos.14 Si bien el paradigma del Buen Vivir/Sumak Kawsay fue plasmado en la Constitución de 2008 y la Iniciativa Yasuní-ITT (para dejar el petróleo bajo tierra en este Parque) causó mucha esperanza, cuando esta fracasó en 2013, iniciaron los conflictos con el movimiento indígena y ONGs ambientalistas en torno al extractivismo. Criticamos los errores de la Revolución Ciudadana de aquella época cuando, en vez de tender puentes de entendimiento con los movimientos sociales, criminalizó ciertas luchas legítimas, sobre todo de pobladores rurales.
Después de la asidua proscripción y persecusión de la que ha sido objeto el Movimiento Revolución Ciudadana desde 2017, Luisa González da cuenta de la renovación de cuadros. De formación abogada, su experiencia en cargos públicos y sus candidaturas desde 2023 en el crítico contexto actual la han hecho crecer políticamente para entender los problemas apremiantes del pueblo ecuatoriano. A su vez, nos decepcionó que en 2022 se haya posicionado en contra de derechos como la despenalización del aborto. Por eso, saludamos que su proyecto de gobierno actual abogue por el derecho de todas las personas a “tomar decisiones informadas y autónomas sobre su reproducción”, pero exigiremos que se avance y profundice esta urgente demanda en un país con una tasa altísima de embarazos adolescentes.
Un gol histórico: la unidad de las izquierdas y el “Acuerdo por la vida”
En 2024, se estableció una mesa de unidad de las izquierdas que congregaba no solo a la Revolución Ciudadana (RC) y Pachakutik (PK), sino al Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), al partido Reto y a más de 200 organizaciones populares. A pesar de las dificultades político-ideológicas de esta compleja articulación, se logró un documento con acuerdos mínimos. También se avanzaron discusiones que antes parecían estancadas en dicotomías. El conflicto histórico entre la RC y PK en torno al extractivismo se empezó a tramitar mejor al definir más en detalle cuáles son las diferencias de postura en torno a los mecanismos y temporalidades en el camino de transición hacia el antiextractivismo. Lastimosamente, esta mesa no fue suficiente para lanzar candidaturas multipartido que hubieran tal vez logrado derrotar a la extrema derecha en primera vuelta. Lo que quedó claro es que tanto Luisa como Leonidas estuvieron a la altura del momento histórico en su trato cordial durante sus campañas y el debate presidencial.
Pasada la primera vuelta electoral de febrero, las crisis múltiples de precarización y muerte en Ecuador no menguaron. A mediados de marzo, un derrame de más de 25 000 barriles de petróleo en Esmeraldas llegó a azotar a una de las provincias más afectadas por el racismo estructural, la violencia y el abandono del Estado. Cientos de miles de personas quedaron sin agua, las enfermedades respiratorias están en aumento, pescadorxs artesanales perdieron su fuente de ingreso y hay manglares totalmente destruidos. No solo se trata de un derrame que por su magnitud alcanza el nivel de un ecocidio, sino que la desidia de un gobierno que desprecia a su pueblo se ha hecho sentir en la ausencia inhumana del presidente.15
La urgencia de recuperar el Estado desde el campo popular es tal que recientemente aconteció algo que en los últimos años considerábamos improbable. El trabajo de alianzas que se empezó a gestar en 2024 dio fruto el domingo 30 de marzo de 2025, a dos semanas de la segunda vuelta electoral del 13 de abril. En el “Encuentro nacional por un Ecuador equitativo, plurinacional y libre de violencia”, organizaciones sociales progresistas y de izquierda, pueblos y nacionalidades indígenas, el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik y la Revolución Ciudadana firmaron el histórico “Acuerdo por la vida”, respaldando la candidatura de Luisa González y comprometiéndose a “impulsar un gran proceso de unidad de toda la sociedad ecuatoriana para enfrentar el avance de la derecha neoliberal, violenta y autoritaria, y que trabaje con una salida de la crisis y la violencia, priorizando al ser humano y la dignidad, la equidad social y el respeto a nuestros derechos fundamentales que la Constitución y la ley nos garantizan”.16
Desgranemos resumidamente los 25 acuerdos: 1. establecer un plan de seguridad integral con respeto a los derechos humanos; 2. eliminar la minería a gran escala y evitar la ampliación de la frontera petrolera; 3. garantizar el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe; 4. cobrar a los mayores deudores con el Estado; 5. condonar deudas vencidas a los sectores más pobres del Ecuador en el ámbito agropecuario y pesquero; 6. reestablecer el IVA al 12%; 7. derogar todos los decretos de Daniel Noboa que atenten contra el ordenamiento jurídico y los derechos humanos y colectivos; 8. descartar la convocatoria a una Asamblea Constituyente que menoscabe los derechos de la naturaleza o atente contra las conquistas sociales de los pueblos; 9. proteger la producción nacional y garantizar la soberanía alimentaria; 10. implementar programas integrales de generación de empleo y crédito para vivienda; 11. garantizar el derecho a la salud gratuita y de calidad; 12. garantizar en el corto plazo el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad; 13. no permitir la privatización de sectores estratégicos y empresas públicas, y evitar megaproyectos que afecten la biodiversidad; 14. implementar políticas para la construcción de un Estado plurinacional e intercultural con los pueblos indígenas, negros, cholos y montuvios; 15. promover en todas las políticas públicas, el acceso equitativo y el respeto a las mujeres y diversidades, libres de toda forma de violencia y con garantías de derechos como elemento esencial en el desarrollo del país; 16. garantizar los derechos laborales; 17. pagar rápidamente la deuda del Estado con trabajadorxs como guardias de seguridad, prestadores de servicios de limpieza y de alimentación, educadoras comunitarias, prestadores de servicios de la Red Complementaria de salud pública, etc.; 18. transparentar las contrataciones en materia eléctrica y de sectores estratégicos; 19. reinstitucionalizar la política pública y la gestión comunitaria del agua; 20. promover las alianzas público-privadas-comunitarias a través de la economía popular y solidaria; 21. fortalecer el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social; 22. realizar una auditoría de la deuda; 23. garantizar la dolarización; 24. implementar planes de asistencia para el retorno de lxs hermanxs migrantes; 25. construir una agenda legislativa en defensa de los derechos de lxs ecuatorianxs.
Estos acuerdos programáticos son un paso muy importante y una bocanada de aire para un pueblo que necesita soluciones y luces de esperanza para salir de la noche de muerte que no vamos a permitir que Noboa siga profundizando. ¡Que viva la unidad y el poder popular plurinacional!

La trinchera electoral para derrotar a la derecha
Hay momentos que son decisivos para la vida de un país. Ecuador está pasando por uno de ellos en estos instantes. Desde las organizaciones sociales que apostamos a la construcción de poder popular desde abajo, es decir, por medio del trabajo de base cotidiano, sabemos que el voto es una más de nuestras herramientas de lucha y que la lucha por el mundo que soñamos la debemos dar desde todas las trincheras. La disputa electoral es una arena relevante porque el proyecto de gobierno que triunfe definirá no solo las condiciones de vida del pueblo, sino también el marco en el que seguiremos avanzando nuestras luchas diversas desde los movimientos populares. No es lo mismo que Daniel Noboa, con su proyecto neoliberal de muerte, se reelija por cuatro años más a que gane Luisa González, con un proyecto político-económico progresista que ofrece responder a las necesidades más urgentes de un pueblo empobrecido y un país en picada hacia el terror.
Al mismo tiempo, nuestra conclusión de que el campo popular debe unirse para vencer a Noboa y que Luisa González es quien canaliza hoy la lucha contra la extrema derecha en términos electorales no significa un apoyo incondicional ni una carta blanca. Estaremos vigilantes para que el “Acuerdo por la vida” sea respetado y puesto en práctica. Será fundamental que los puntos referentes a las luchas antiextractivistas sean tomados en serio para retomar la senda colectiva del Sumak Kawsay/Buen Vivir. En el plebiscito inédito a nivel mundial de agosto de 2023, el 58,95% del pueblo ecuatoriano votó a favor de detener la explotación petrolera en el Bloque 43-ITT en el Parque Nacional Yasuní. Los gobiernos neoliberales autoritarios de Guillermo Lasso y Daniel Noboa torpedearon dicha voluntad popular. En caso de llegar al gobierno, esperamos que Luisa González cumpla con este mandato para subsanar grietas históricas y sentar bases de confianza en el campo popular. Sabemos que en la política partidaria y en el ejercicio de gobierno hay juegos de la cuerda entre sectores con diversas líneas. Nuestra apuesta, en Ecuador y otras latitudes, es pedir e impulsar que sean los sectores más de izquierda y cercanos a las luchas sociales y a la construcción desde abajo quienes halen la cuerda más fuerte hacia el lado del pueblo y renueven las estructuras organizativas acorde a los desafíos del presente.

¡Unámonos por la vida! Nuestra solidaridad internacionalista para vencer al fascismo
Nuestro rol como organizaciones de izquierda es mantener nuestra autonomía para evaluar las acciones de cualquier proyecto de gobierno y desarrollar una lectura política como esta para posicionarnos según la coyuntura lo requiera, ya sea apoyando candidaturas, creando puentes de trabajo concreto, reconociendo aciertos políticos o denunciando errores.17 Como organización latinoamericana migrante, sabemos que la solidaridad internacionalista es un abrazo necesario para sumar fuerzas desde todos los rincones. Nosotrxs entendemos la solidaridad y el internacionalismo de forma práctica, es decir, aportamos a construir espacios organizativos que superan fronteras nacionales y buscan incidir tanto en la realidad de nuestros países de origen como de la sociedad que habitamos hoy en Alemania.
Desde hace años, venimos poniendo nuestro granito de arena para ofrecer espacios de organización e intercambio a la comunidad ecuatoriana en Alemania.18 Forjar la unidad de las izquierdas, para nosotrxs, va más allá de lo partidario y significa crear unidad popular desde abajo. Los conversatorios, ollas populares, urnas de la esperanza y acompañamientos político-culturales los días de las elecciones, que hemos organizado de la mano de colectivos hermanos como SoliSur, han sido parte de nuestro aporte para fomentar el encuentro cara a cara y el diálogo respetuoso entre compatriotas y compañerxs solidarixs de todo el mundo. Estos espacios de organización cotidianos nos han demostrado una y otra vez que el deseo de construir un Ecuador, una Latinoamérica y un mundo más justo es mayor que cualquier diferencia ideológica o crítica a tal o cual actor político que podamos tener. ¡Nuestra lucha es por la vida!
Ante este panorama, saludamos con alegría el “Acuerdo por la vida” entre la Revolución Ciudadana y Pachakutik en Ecuador, pues representa un paso histórico hacia adelante para nuestras luchas populares. Desde el Bloque Latinoamericano Berlín, creemos que es más urgente que nunca articular mesas estratégicas, frentes populares y alianzas amplias para derrotar al fascismo a nivel local y global. Estamos conscientes de los desafíos que este tipo de procesos conlleva, pero este momento histórico tenebroso demanda de nosotrxs madurez política y horizonte utópico para hacer de la noche día.
En conclusión, hemos desarrollado este minucioso diagnóstico de la situación crítica a la que el narcocapitalismo y el neoliberalismo autoritario, hoy liderado por Daniel Noboa, han llevado al Ecuador con el objetivo de alumbrar desde ahí el acierto histórico que representa el acuerdo programático firmado entre la Revolución Ciudadana y el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. Si los dos mayores actores políticos del campo plurinacional-popular en Ecuador, junto a un sinnúmero de organizaciones sociales, han decidido sumar fuerzas estratégicamente para vencer a la derecha y llaman a votar por Luisa González, desde el Bloque Latinoamericano Berlín expresamos nuestra solidaridad internacionalista respaldando este “Acuerdo por la vida”.
Es desde este análisis político, desde nuestra postura popular autónoma y crítica, y desde nuestra profunda vocación de vida, que hoy nos plegamos a este llamado del amplio campo popular en Ecuador a apoyar a Luisa González en la segunda vuelta. El objetivo máximo es derrotar, de una vez por todas, a la extrema derecha representada por Daniel Noboa y ponerle un freno al proyecto de muerte que está desangrando al pueblo ecuatoriano. En nuestro caminar de lucha, siempre nos han guiado, como velas de esperanza, las palabras mágicas de la lideresa indígena comunista ecuatoriana, Dolores Cacuango:
“Nosotrxs somos como los granos de quinua. Si estamos solxs, el viento lleva lejos. Pero si estamos unidxs en un costal, nada hace el viento. Bamboleará, pero no nos hará caer.”

- Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (2025, 15 de enero): Comité de Desaparición forzada y muerte de los 4 de Las Malvinas: https://www.cdh.org.ec/informes/651-desaparicion-forzada-y-muerte-de-loscuatrodelasmalvinas.html ↩︎
- Informe de la Comisión de la Verdad, Ecuador: https://inredh.org/comision-de-la-verdad-de-ecuador/ ↩︎
- Díaz, Belén (2023, 18 de agosto): ¡Que la paz no nos cueste la vida! Ecuador entre balas y urnas: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2023/08/18/que-la-paz-no-nos-cueste-la-vida-ecuador-entre-balas-y-urnas/ ↩︎
- Instituto de Estadística y Censos Ecuador: Reporte de pobreza – diciembre 2024: https://www.ecuadorencifras.gob.ec/pobreza-por-ingresos/ ↩︎
- Collaguazo, Kevin José (2024, 13 de diciembre): El ajuste recesivo del FMI: epicentro de la crisis económica en Ecuador: https://dolarizacion.org/2024/12/13/el-ajuste-recesivo-del-fmi-epicentro-de-la-crisis-economica-en-ecuador/ ↩︎
- Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 22 de octubre): Crisis, organización popular y futuro: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/10/22/crisis-organizacion-popular-y-futuro/ ↩︎
- T., Max (2023, 16 de agosto): El síntoma Milei. O la búsqueda por una restauración conservadora en América Latina: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2023/08/16/el-sintoma-milei/ ↩︎
- Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de la Energía y el Petróleo (2025, 18 de febrero): Sacha: ¿Quién está realmente detrás del negocio?: https://antepecuador.com/2025/02/18/sacha-las-dudas-sobre-quien-realmente-esta-detras-del-negocio/ ↩︎
- Jardim, Claudia (2025, 2 de abril): Presidente de Ecuador es dueño de empresa socia de exportadora vinculada al narcotráfico. En: Agência Pública: https://apublica.org/2025/04/presidente-de-ecuador-daniel-noboa-es-dueno-de-empresa-socia-de-exportadora-vinculada-al-narcotrafico/ ↩︎
- Revista Crisis (2024, 23 de diciembre): Narcoestado, desaparición forzada y perfilamiento racial: https://www.revistacrisis.com/editorial/narcoestado-desaparicion-forzada-y-perfilamiento-racial ↩︎
- Bloque Latinoamericano Berlín (2024, 16 de enero): Ecuador en llamas. La narcoderecha declara la guerra al pueblo: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2024/01/16/ecuador-en-llamas/ ↩︎
- Maffei, Michelle (2025, 23 de febrero): Lavado de activos en Ecuador: un crimen sin límites que afecta al 30% – 40% del PIB: https://www.primicias.ec/opinion/michelle-maffei/lavado-activos-ecuador-crimen-economia-pib-90364/ ↩︎
- Groll, Constantin (2025, febrero): Ecuador: un empate que favorece a la izquierda. En: Nueva Sociedad: https://nuso.org/articulo/ecuador-un-empate-que-favorece-a-la-izquierda/ ↩︎
- INEC, & Banco Mundial. (2016). Reporte de pobreza por consumo Ecuador 2006-2014. Quito: Instituto Nacional de Estadística y Censos; Banco Mundial. ↩︎
- Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (2025, 4 de abril): Esmeraldas derramada: una historia de Las Piedras: https://conaie.org/2025/04/04/esmeraldas-derramada-una-historia-de-las-piedras/ ↩︎
- Acuerdo por la vida entre la Revolución Ciudadana y el Movimiento Pachakutik: https://revolucionciudadana.com.ec/acuerdo-por-la-vida-entre-la-revolucion-ciudadana-y-el-movimiento-pachakutik/ ↩︎
- Bloque Latinoamericano Berlín: Declaración sobre las elecciones al Parlamento alemán del 23 de febrero 2025: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2025/02/13/declaracion-sobre-las-elecciones-al-parlamento-aleman-del-23-de-febrero-de-2025/ ↩︎
- Bloque Latinoamericano Berlín (2020, 21 de septiembre): Solidaridad con las luchas populares en Ecuador: https://bloquelatinoamericanoberlin.org/2020/09/21/solidaridad-con-las-luchas-populares-en-ecuador/ ↩︎